LNP - Domingo 12 de octubre de 2008

VALENTIN GOMEZ
El hombre que da

A los 76 años lleva adelante la Asociación Apoyo a la Niñez en lo profundo del barrio Noroeste. Fue distinguido por la Comisión Arquidiocesana de la Liga de Madres de Familia de Bahía Blanca.

Ya pasó la primera hora del día siguiente.
"Hola. Sólo te pido por los chicos, como siempre. Nada más. Eso...".
Valentín Gómez se da vuelta y duerme.

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Cuando Buenos Aires quedaba muy lejos se fue a ver qué era eso. Una hermana de su abuela lo recibiría en Villa Martelli. "Tito" sólo tenía 9 años y vivía en Goyena (en el partido de Saavedra) cosiendo bolsas para el trigo. En 1941 llegar a Buenos Aires era como ir a la Luna.
"Repartía papas por los departamentos", cuenta. Volvió para adentro del país. Ahora a Bahía. Y otra vez con la abuela Selena Correger o María Urruchua. "Esos eran los dos nombres que se decían que podía tener mi abuela. No sé si era mi abuela materna o paterna. Sé que un día ella me empezó a criar y nada más".

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"Me miraba. Esa mujer siempre me miraba".
En su vuelta a Bahía ya tenía 16 y fue cadete de la farmacia Carabelli de O'Higgins y Saavedra. Terminada la jornada pasaba por la esquina de Brickman y Fitz Roy. Ahí estaba esa mujer que lo miraba. "Era una mirada pesada". La abuela escuchó atentamente a "Tito". Y tomó una decisión. Lo llevó hasta la esquina y tocaron timbre. Cuando salió la mujer que lo miraba, la abuela fue contundente. --Esta es tu mamá.

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Osvaldo Mesa se había casado con Ramona Lener, la mujer a la que "Tito" jamás le pudo decir "mamá". Mesa le pidió a "Tito" que se fuera a vivir con ellos. "Me mandó a llamar". Y no sólo eso. Le ofreció ir a Villa La Angostura a trabajar como mozo. Mesa tenía sus contactos por su trabajo de cocinero en el Hotel Italia. Tres años pasó Valentín Gómez en la ciudad más linda de Neuquén. Volvió porque había que hacer el servicio militar en el V Cuerpo del Ejército.

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Cuando terminó el servicio militar, Valentín volvió a llevar bandejas. Un día tuvo que ir a trabajar a un agasajo que se hacía en la Sociedad Italiana. Ahí estaban las chicas del equipo de básquetbol de Liniers. "Tito" se sacó el saco, el moño y la invitó a bailar. "¿Por qué? Porque me había gustado". Ella era María Selhamer. Y tenía 18. En el '55 se casaron. Se fueron a Neuquén y allá nacieron Jorge y José Luis. Ocho años después volvieron y llegó Juan Carlos. El terreno de la casa de Pampa Central al 400 se había comprado antes de la experiencia neuquina. Al regreso terminaron la casa mientras "Tito" trabajaba en Piro y Ruiz y la Coca Cola.

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--Papá, ¿vamos a hacer un equipo de fútbol? --propusieron los chicos. --Bueno... --dijo "Tito".
Así empezó a formarse Unión. Con la camiseta verde y blanca jugaban en las ligas barriales. Y siempre había chicos dando vueltas por la casa de Pampa Central al 400. "Me debo a mis hijos. Los padres deben acompañarlos. Habría menos problemas". Años después la referencia de que en el fondo del barrio Noroeste había un hombre que congregaba chicos iba a llegar a oídos de dos docentes.

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Cuando Gladys Agüero y Adriana Bonfiglio conocieron la historia de Valentín Gómez le propusieron juntar a los chicos del barrio para dar apoyo escolar. El dijo que sólo tenía para ofrecer el garage de su casa. Y a ellas les pareció bien. Ahí empezó a gestarse la Asociación Apoyo a la Niñez. Una tarea que ya lleva 12 años y por la que "Tito" fue reconocido días atrás por la Comisión Arquidiocesana de la Liga de Madres de Familia de Bahía Blanca. El lugar quedó chico. Pero ahí estuvo Miguel Bonacci para prestar la casa de enfrente que hoy tiene tres aulas, cocina y baños. Otros aportaron bancos, pizarrones, libros, borradores... Y los sábados los chicos van a aprender lo que no pudieron en clase. Toman la leche y comen galletitas. "Para algunos esa leche es el almuerzo", dice Susana Marín. La misma colaboradora que recibe y dice: "vamos adentro porque Valentín no está del todo bien". Es que el corazón le latió más fuerte de lo normal y el frío no es amigo del "zurdo", como dice él.

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En el garage hay una biblioteca llena de libros y zancos hechos con latas y sogas. Y al fondo una foto. En el Noroeste la de la foto no es prostituta ni Abanderada de los Humildes. Es Evita. "Esa foto la puse porque fue una gran mujer. Ayudó mucho a los pobres", dice "Tito". --¿Su infancia influyó para hacer este trabajo con los chicos? --Obvio. ¿Sabés lo que es un huérfano...? --Algo durísimo. --... --... --Los chicos son lo más divino que hay. Mis hijos fueron los primeros chicos de los que yo aprendí algo. Los pibes te enseñan a vivir.

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Otra vez el día siguiente ya lleva una hora. Valentín le gana una partida más de Scrabel a María. Se vuelve a acostar y repite el mano a mano con Dios.

NOVEDADES

Hoy por la mañana nos acercamos con Fonsi hasta la Asociación de apoyo a la Niñez del Barrio Noroeste que ayudaremos mediante el voluntariado, y estuvimos conversando con los responsables del mismo, entre ellos el alma máter Tito Gómez, adentrándonos un poco más en la realidad que viven.

Es por ello que en los días que quedan estaremos dando los ajustes finales al proyecto a presentar el próximo Jueves 14/MAY ante la secretaría de Cultura y Extensión Universitaria de la UNS.

Por ello los convocamos este Martes 12/MAY a las 16.00 horas (nos encontraremos en el Centro de Copiado del CEGyT, para luego buscar un aula) con la finalidad de mostrarles el proyecto finalizado y con la intención de que cada uno firme la planilla de consentimiento de participación en el mismo. Les recordamos que quienes no firmen la misma, no podrán participar del proyecto, por lo tanto es especial la presencia de todos.

Los esperamos!